La sinusitis, o más adecuadamente llamada rinosinusitis, es una inflamación que afecta espacios ubicados en la cara, que se denominan senos paranasales. Estos senos (o cavidades) se encuentran normalmente llenos con aire, y son tapizados por una membrana que se denomina mucosa. Existen 4 pares de senos paranasales, y reciben su nombre de acuerdo a la posición que tienen en relación a la cara. Sus nombres son: frontales, maxilares, etmoidales y esfenoidales. Dentro de las funciones que tienen los senos paranasales, se encuentra la producción de mucosidad, la cual drena en forma normal hacia la nariz, sin ser percibido por una persona sana.
Cuando un paciente sufre una sinusitis, la mucosa que recubre estos senos se inflama, lo cual hace que se llenen con mucosidad. Esta mucosidad drena hacia la nariz a través de comunicaciones naturales, lo cual produce síntomas como: nariz tapada, secreción nasal, disminución del olfato, y dolor en la cara, entre otros.
Existen distintos tipos de sinusitis dependiendo del período de tiempo que lleva el paciente con la enfermedad. Las sinusitis agudas, son las que tienen un tiempo de evolución corto (menor a 4 semanas). Este tipo es el más frecuente, y puede ser originado por virus o bacterias. Cuando es causado por virus es indistinguible de un resfrío común, y se trata con analgésicos y/o descongestionantes. Cuando es originado por bacterias, el tratamiento es frecuentemente complementado con antibióticos.
En el caso de que los síntomas persistan por más de 3 meses, se denomina sinusitis crónica. Estudios internacionales muestran que es presentada por aproximadamente un 5% de la población (1 de cada 20 personas). Dentro de los pacientes con sinusitis crónica, hay un grupo que además presenta pólipos nasales. Estos “pólipos”, son similares a racimos de uvas que surgen producto de la inflamación, y los pacientes que los sufren generalmente tienen más síntomas, y se ven mayormente afectados en su calidad de vida.
Las causas que explican la ocurrencia de la sinusitis crónica y los pólipos no son del todo entendidas. Probablemente influyen diferentes elementos como: alteraciones estructurales (anatómicas) particulares de cada paciente, gérmenes resistentes a terapia, alteraciones inmunológicas (defensas) del paciente, y mecanismos de alergia, entre otros.
El tratamiento de la sinusitis crónica no es estándar para cada paciente, por lo que debe ser ajustado para cada persona en particular. Por lo general, se inicia un tratamiento con medicamentos orales (pastillas por boca) que pueden incluir antibióticos, corticoides y antialérgicos. Estos se complementan con medicamentos tópicos, que incluyen lavados nasales con soluciones salinas e inhaladores (spray) nasales con corticoides. Existe un grupo de pacientes con sinusitis crónica que va a tener una buena respuesta a este tratamiento inicial. Si este es el caso, dicho tratamiento se deberá mantener por períodos largos de tiempo, incluso en forma permanente, similar a lo que ocurre en otras enfermedades crónicas como la presión alta (hipertensión) o la diabetes. La cirugía se reserva habitualmente para los pacientes en que el tratamiento inicial fracasa.
Rinosinusitis © Cirugía sinusitis, Otorrinolaringología, Santiago de Chile - Dr. Andres Finkelstein